27 de febrero de 2006

A propósito de la presidenta electa en Chile

La elección de Michelle Bachelet en Chile como la primera mujer que llega al cargo de jefa de Estado; la de Ellen Johnson, primera presidenta en Liberia y en el continente africano, y la de Angela Merkel como canciller de Alemania, el país más poblado de la Europa de los 25, marcan un ascenso cualitativo reconocido en las urnas para la mitad de la población del mundo.

Como ellas, también otras mujeres ejercen el poder político como primeras ministras en Mozambique, Nueva Zelanda y Bangladesh; y otras, como presidentas en Irlanda, Letonia, Sri Lanka, Finlandia y Filipinas, lo que refrenda el ascenso de las mujeres en todos los campos y en diversos continentes.

Un repaso por Latinoamérica: en Panamá tuvo el cargo como primera mandataria Mireya Elisa Moscoso; en Nicaragua, Violeta Chamorro, y en Guyana, Janet Rosemberg, electas todas mediante el voto popular

En Argentina, Estela Martínez de Perón tomó el cargo de presidenta después de la muerte de su esposo; en Bolivia, Lidia Gueiler Tejada asumió brevemente la presidencia cuando tenía el cargo de presidenta de la Cámara de Diputados, y en Haití, Ertha Pascal Trouillot se convirtió en la primera mujer en llegar a la presidencia en su país, al asumir el mandato provisional de manos del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

En Ecuador, la vicepresidenta del país, Rosalía Arteaga, ocupó la jefatura del gobierno tras la destitución de Abdalá Bucarám, y Sila María Calderón se convirtió en la primera mujer gobernadora electa de Puerto Rico.

Nombres como el de Margaret Thatcher, Indira Ghandi y Golda Meir forman parte de la lista de mujeres predecesoras en la lucha para llegar a dirigir los destinos de sus países.

Por otra parte, Condolezza Rice es hoy secretaria de Estado en Estados Unidos, luego de cumplir un destacado papel en la invasión a Irak. ¿Lo hacen bien o mal las mujeres en el poder? Ni la pregunta ni la respuesta pueden formularse en tales términos.
La lista en sí misma puede decirnos que las mujeres irrumpieron con fuerza en la política y han demostrado que no existe “sexo débil”.

Tanto hombres como mujeres, la sociedad en su conjunto, están dando su voto a las mujeres y depositando su confianza en ellas. La sociedad quiere un cambio en beneficio de los más desfavorecidos.

No obstante, la condición de ser mujer no es garantía única para otra manera de hacer política, otra manera de gobernar para las mayorías ni otra manera que diga que en el centro de sus objetivos se encuentra el ser humano.

Las mujeres, como personas, tienen intereses económicos, sociales y políticos; comportan ideología, una actitud ante la vida, y el sello personal que cada una tiene; ello lo corroboran los nombres arriba citados.

Tanto mujeres como hombres pueden reproducir los vicios de un sistema, las diferencias sociales, reprimir…

¿Es el feminismo la respuesta? Es una parte, y lo es con su filosofía incluyente y humanista, aunque muchas se han encargado de desvirtuarlo con un comportamiento patriarcal, con un doble discurso: el público y el privado, o con un ejercicio cotidiano de apego y disputa por el poder.

Las mujeres necesitamos una nueva conciencia para hacer y actuar de otra manera en la vida pública, asumir e interiorizar con firmeza la urgencia del adelanto de las mujeres (parte de la contribución para el cambio de la mentalidad de los hombres) con la certeza del poder como instrumento y no como fin en sí mismo.

La filosofía es el instrumento teórico; es preciso llenarlo de contenido con la disposición individual de un proceso constante de transformación. ¿Suena religioso? No, es sencilla convicción. Es sumar a la racionalidad, el sentimiento, el respeto, la ternura; es llevar al terreno de lo público la inteligencia emocional.

14 de febrero de 2006

La ternura y la libertad

Expresiones cotidianas que invocan la ternura, el crecimiento del ser humano y la interdependencia afectiva.
¿Dónde queda entonces la libertad individual? ¿Tú crees que de verdad existe?
No olvides que siempre nos vigila El Gran hermano. El teléfono interceptado, la calle, el metro y los locales con cámaras de seguridad, tu nombre y dirección en todas las oficinas del Estado, tu correo electrónico almacenado...
La libertad es una utopía, la ternura una vivencia.

6 de febrero de 2006

Los indios de América

Los indios y las indias de América reivindican un cambio en sus condiciones de vida y el respeto a sus culturas.
Viven en la pobreza o en la miseria. De sus tradiciones, se ufanan y lucran gobiernos, grupos y organizaciones.
En Bolivia ganó las elecciones presidenciales un indio. ¿Habrá cambios? Evo Morales necesitará de grandes apoyos para promoverlos y alcanzarlos.
Y las mujeres de su gobierno ¿dónde están?
Cocinaron y trabajaron para su campaña, ahora que asuman y protagonicen. ¿Una? Cientos y cientos.
Entonces...